Jorge Aznal | 19 de julio de 2020
Con el final de Modern Family comenzamos el repaso a las series que no te puedes perder este verano. Recomendaciones que incluyen la aportación de la actriz Ruth Díaz.
El álbum de Modern Family se acaba de cerrar después de 11 temporadas y 250 páginas. Las primeras más brillantes que las últimas, que aparecen más desgastadas. Sería una contradicción si el álbum fuese real, pero no si, como es el caso, se trata de una metáfora. Y es lógico que sea así, que haya más desgaste en las últimas páginas, en una serie que nos ha acompañado durante 11 años.
Modern Family ha sido justamente eso: una compañía. No es la serie más divertida porque, seguramente, nos ha provocado más sonrisas que carcajadas -como si eso fuera algo malo-. Tampoco la más emotiva, por mucho que esos tiernos finales de capítulo con voz en off nos hayan ablandado tanto como a Cam (Eric Stonestreet), Mitchell (Jesse Tyler Ferguson), Phil (Ty Burrell) o el solo en apariencia duro Jay (Ed O’Neill). Pero, por encima de todo, Modern Family ha sido una agradable compañía en todo este tiempo. Otra familia. Por eso quizá hayamos sido más indulgentes con sus bajones en las últimas temporadas que con ninguna otra serie.
En un plano menos subjetivo, hay dos aspectos en los que Modern Family también se ha movido en máximos históricos: la precisa definición de sus personajes y su agradecida complicidad con el espectador. No tanto por su apariencia de falso documental o por romper la cuarta pared como por su habilidad para aflorar sus juegos internos. Buena parte de ellos han tenido a Phil como protagonista: desde la simpleza del escalón roto con el que tantas veces se ha tropezado en su casa hasta su indisimulable fijación por Gloria (Sofía Vergara) o su desesperada necesidad de conseguir la aprobación de su suegro, Jay…
Modern Family ha funcionado como comedia, pero también como estudio antropológico. De cada persona (personaje) en su esfera individual y, sobre todo, de su evolución en su pertenencia a un grupo, en este caso el mejor de todos los posibles: la familia. La mejor fotografía humana de cada personaje de Modern Family tiene el mismo marco -el familiar- que la de cualquiera de nosotros.
Cada personaje, incluido el que más anhela los momentos de soledad (Jay), alcanza su versión más humana y completa cuando está al lado de su familia, no cuando actúa por su cuenta. Ninguno podría desarrollarse ni comprenderse en su verdadera dimensión sin el alimento de las raíces de su árbol genealógico. Por eso no parece casual que el personaje más enigmático de Modern Family, el que menos hemos conocido, sea Lily, la hija de la pareja homosexual formada por Mitchell y Cam. No por el hecho de ser adoptada, sino por la ausencia de una figura imprescindible e insustituible como es la de una madre. De Lily sabemos que es una chica inteligente y que le basta una de sus mordaces frases para descolocar a sus dos padres, pero no mucho más. Casi siempre aparece como un verso suelto que no termina de encajar en el puzle. Quizá porque le falta la pieza más importante.
El episodio final de Modern Family toma como pretexto argumental los continuos retrasos en el vuelo que van a tomar Cam, Mitchell y Lily. Toda la familia está reunida para pasar juntos las últimas horas y se angustia cada vez que llega el (supuesto) momento de la despedida. El problema con cada aviso de aplazamiento es que la familia se angustia aún más al saber que tienen que pasar más tiempo juntos. Hasta el último día, Modern Family ha acertado en mostrar en la ficción lo que muchas veces es una triste realidad. Como dice la canción Una rosa es una rosa, de Mecano, la de no poder vivir sin ella (en este caso la familia), pero con ella tampoco. Las reuniones familiares de Modern Family han estado marcadas por las disputas y los reproches, pero también por un mismo desenlace: el perdón y la unidad. Los dos son buenos caminos que seguir cada vez que cometamos el grave error de desviarnos de la familia.
Seis capítulos componen la primera temporada de La Unidad, la serie española de Movistar sobre el (impagable) trabajo en una unidad antiterrorista de la Policía Nacional. Técnicamente, la serie es un portento y tiene poco que envidiar a las grandes producciones norteamericanas de cine o televisión. Es una suerte ver y contar eso de una serie producida en nuestro país pero, al mismo tiempo, si eso es lo primero que uno destaca de ella quizá es porque hay algo que no termina de convencer. No lo hace, por ejemplo, la relación -ahora en sus horas más bajas- de Carla (Nathalie Poza) y Marcos (Michel Noher). Tampoco ayuda la desigualdad de interés entre unos episodios y otros.
Los capítulos 2 y 3 elevan la serie antes de que la montaña rusa emprenda la cuesta abajo. Es especialmente en esas dos entregas donde alcanza su máxima expresión la propuesta más relevante de La Unidad: la dicotomía entre la renuncia entendida como sacrificio en aras del bien común y la renuncia que supone el desprecio a la vida por parte de los terroristas yihadistas.
La historia del agente infiltrado que intenta evitar una masacre desborda tensión y realismo. No ya un error, sino una simple duda en su forma de proceder o de hablar terminaría automáticamente con su vida y con la de muchas otras personas. La Unidad no solo acierta de pleno en crear narrativamente esa sensación de angustia y reforzarla visualmente, sino también en hacer palpable una realidad no tan oculta: el miedo del agente, sus ganas de dejarlo todo para estar con su familia y la falta de apoyo de una unidad -donde, paradójicamente, reina la desunión por la lucha de intereses- en su heroico objetivo.
Su renuncia es la de ser capaz de dar su vida por salvar la de los demás frente a quienes desprecian su vida para quitársela a otros. La serie de Movistar nos permite empatizar con ese hombre poco menos que abandonado a su suerte, que desearía no estar allí sino con su familia y que solo cuenta con su integridad y su compromiso como bazas para esconder el miedo y convertirlo en fortaleza.
Con todo, el gran error de La Unidad no está en la falta de verosimilitud en la relación personal de los dos protagonistas ni en la montaña rusa en la que se convierte la gráfica de interés. Tampoco en no permitirnos disfrutar durante más tiempo del trabajo de Luis Zahera (ganador del Goya al Mejor Actor de Reparto por El reino), aquí convertido en concienzudo jefe de la Unidad de Operaciones. El gran error es de concepto: recrear dos masacres con el mismo modus operandi que los atentados yihadistas de Madrid y Barcelona. No era necesario y sí hiriente.
La conjura contra América. HBO. Miniserie de 6 episodios que adapta la famosa novela homónima de Philip Roth. Una y otra imaginan una historia alternativa de Estados Unidos a partir de la Segunda Guerra Mundial y la ficticia victoria de Charles Lindberg ante Roosevelt en las elecciones presidenciales de 1940. Para ver por la noche, cuando hay más silencio y menos distracciones.
Mrs. América. HBO. Miniserie de 9 episodios sobre el movimiento de los años 70 para ratificar la Enmienda de Igualdad de Derechos en Estados Unidos. Para admirar (una vez más) el trabajo de Cate Blanchett y Sarah Paulson y disfrutar de la excelente banda sonora.
Dark. Netflix. 3ª y última temporada. Llega a su final la quizá excesivamente elogiada Dark, la difícilmente clasificable serie alemana sobre viajes en el tiempo y otros fenómenos sobrenaturales que se extiende durante varias décadas. Es oscura, intrincada y compleja, así que es mejor verla cuando el estado de ánimo y las ganas de cada uno lo aconsejen.
Perry Mason. HBO. 8 episodios. Matthew Rhys encarna al famoso abogado creado por Erle Stanley Gardner, solo que aquí se presenta como investigador privado en la sórdida Los Ángeles de los años 30. Para verla por la noche y sin niños por su contenido violento.
Mira lo que has hecho. 3ª y última temporada. Movistar. Los hijos de Berto (Berto Romero) y Sandra (Eva Ugarte) han crecido. Lo malo (y a veces lo divertido) es que los problemas también lo han hecho. Para desconectar después de acostar a los niños o en cualquier otro momento sin ellos.
This is Us. La 1 (1ª temporada), Amazon Prime Video, Movistar y Fox Life (4ª temporada). TVE ofrece la posibilidad de disfrutar en abierto de una excelente serie sobre la paternidad y la familia a través de varias generaciones. Perfecta para ver en compañía después de cenar y reflexionar, conjunta o individualmente, sobre la vida y el paso del tiempo.
Love Life. HBO. 1ª temporada. Comedia romántica protagonizada por Anna Kendrick -que no repetirá en la segunda temporada- sobre las diferentes parejas que ha tenido a lo largo de su vida una chica que trabaja en un museo. Para ver en pareja y comentarla juntos después… sin discutir.
Trackers. HBO. La novela de Deon Meyer inspira este thriller de 5 episodios con Ciudad del Cabo como escenario principal de sus tramas, relacionadas con el contrabando, el terrorismo y las conspiraciones internacionales. Para verla con atención, porque es fácil perderse al principio en su laberinto.
Las luminarias. HBO. Miniserie de 6 episodios basada en la novela de Eleanor Catton y ambientada en la Nueva Zelanda de la segunda mitad del siglo XIX. No es una serie de época al uso y también tiene su misterio con una magnética Eva Green en el papel de Lydia Wells. Para ver en cualquier momento libre.
24. Netflix. Serie completa. Netflix ha añadido a su catálogo una de las mejores series policíacas del siglo XXI: 24. Kiefer Sutherland es el incombustible Jack Bauer, el agente que lidera (al menos al principio) la unidad antiterrorista de Los Ángeles. Su estructura de episodios en supuesto tiempo real en un mismo día invita, quizá más que ninguna otra serie, al maratón de capítulos.
Ruth Díaz es una actriz de cine, teatro y televisión nominada al Goya a la Mejor Actriz Revelación por Tarde para la ira, la película de Raúl Arévalo triunfadora en los Goya 2017. Por su trabajo en la misma cinta obtuvo el Premio Feroz a la Mejor Actriz de Reparto, el Premio de la Unión de Actores a la Mejor Actriz Revelación y el premio a la Mejor Actriz en la Sección Orizzonti del Festival de Cine de Venecia, entre otros galardones. En 2013 dirigió el cortometraje Porsiemprejamón. Recientemente ha trabajado en las películas Adiós, de Paco Cabezas; y Hogar, de David y Àlex Pastor; y próximamente la veremos en el filme Un mundo normal, de Achero Mañas.
Entre otras obras de teatro ha representado Aquiles, el hombre, en el Festival de Teatro Clásico de Mérida, y Demonios. En televisión ha trabajado en series como Hospital Central, Amar es para siempre, Cuéntame cómo pasó, Si fueras tú, Vis a vis -en el papel de Mercedes Carrillo- y El pueblo, donde interpreta brillantemente a Laura, una mujer de fuerte carácter que pasa por una crisis económica y que se muda a Peñafría con Macarena, su hija.
Mis 5 series favoritas:
Te digo 6: True Detective (la primera temporada y la tercera), Así nos ven (el primer episodio es brutal), Fleabag, Years and Years, Big Little Lies, Chernóbil…
Serie que estoy viendo/última serie que he visto y valoración:
Mrs. América. No la he terminado aún, pero me está gustando mucho y me parece una serie muy necesaria.
Serie/s que me produce/n más nostalgia:
Verano azul, V, El misterio de Salem’s Lot, Valentina. Crónica del alba, Anillos de oro, Hitchcock presenta…
Series pendientes de ver:
Un montón. La temporada 3 de The Crown. La dejé de ver porque cambiaron a todo el elenco y se me hacía muy raro. Le daré otra oportunidad ahora con más distancia.
Serie favorita de la infancia:
El misterio de Salem’s Lot.
Serie que más me ha decepcionado:
Ninguna, porque si veo que no me gusta la dejo de ver. No doy por hecho nada ni tampoco les doy tiempo a que me decepcionen.
Serie de culto o de gran éxito que me da pereza empezar a ver:
Juego de tronos o Perdidos.
Personaje favorito de una serie:
Fleabag.
Actriz favorita en una serie:
Phoebe Waller Bridge en Fleabag.
Actor favorito en una serie:
Benicio del Toro en Fuga en Dannemora.
Serie (española o extranjera) que me hubiese encantado protagonizar:
Hay muchas, Fleabag por ejemplo.
Actrices/actores con los que me gustaría grabar una serie (y con los que aún no he trabajado):
Bárbara Lennie, Raúl Arévalo, Inma Cuesta, Eduard Fernández, Verónica Echegui, Greta Fernández…. y un largo y talentoso etcétera.
Día/momento favorito para ver series:
Antes de dormir y después de comer.
¿Algún ritual especial para disfrutar de una serie en casa?
Apagar la luz y silenciar el móvil.
¿Maratón de series o mejor verlas poco a poco?
Poco a poco casi siempre.
Mi récord de episodios seguidos vistos de una serie (o de menos tiempo en ver una temporada o una serie completa), aproximadamente, es…
6 capítulos de El pueblo.
Series y temporadas destacadas que nos traerá el año 2020… sin «spoilers».
Una comedia que nos acerca a los problemas de la España vacía con humor y los enfrenta a las dependencias de la vida moderna.